Los Kolla constituyen comunidades cerradas; sus fiestas y rituales se realizan al interior de la cultura y los matrimonios sólo se producen entre ellos.
La resistencia cultural se manifiesta también en el vestuario de la mujer, algunos atuendos del varón y en sus rituales religiosos.
Son, por lo general, pastores de llamas, ovejas y cabras, que se instalaron en quebradas precordilleranas de la III Región.
Algunos de ellos se ubicaron en la Quebrada de Paipote próxima a Copiapó; pero cuando sus hijos debieron ingresar a la escuela , las madres bajaron de la precordillera para residir junto a ellos en la ciudad.
Actualmente, integran una comunidad que cuenta con un parvulario kolla.
Según estimaciones de las distintas directivas, esta etnia contaría con un total aproximado de 1.000 personas en Chile.